- Pintura
Los griegos, como la mayoría de las culturas europeas,
consideraban la pintura como una de las formas más altas de arte. Las obras de
Polignoto de Tasos, seguían siendo admiradas
incluso 600 años después de su muerte, como después ocurrió con las de Leonardo
da Vinci o Miguel Ángel, sin embargo en este caso no solo no se han conservado
ninguna de sus obras sino tampoco ninguna reproducción.
Los pintores griegos trabajaron generalmente sobre paneles
de madera, que se estropeaban rápidamente, cuando
no eran bien protegidas. Hoy en día no queda casi ninguna pieza de pintura
griega, excepto algunos restos de pinturas en terracota y de algunas pinturas
en las paredes de tumbas, sobre todo en Macedonia e Italia. De las obras
maestras de la pintura griega tenemos solamente algunas copias realizadas en
las épocas romanas, la mayoría de ellas son de una calidad inferior.
Con anterioridad a la formación del arte griego en sí hubo
en territorios de la antigua Grecia un arte que se ha llamado prehelénico,
conservadas tan sólo en ruinas de edificios de la época y sobre estuco,
representando paisajes, acciones guerreras y ceremonias cortesanas o religiosas
cuyas figuras aunque imperfectas revelan notable expresión y vida. En las
decoraciones de vasijas se presenta raras veces la figura humana y siempre
estilizada y de escasos detalles.
En cuanto a la pintura griega, el conocimiento de sus
artistas se debe casi por entero a los antiguos historiadores, pues no se
conserva de ella ni un solo cuadro ni se conoce obra alguna de los famosos
Zeuxis, Parrasio y Apeles, considerados desde la antigüedad los pintores por
antonomasia. Las obras pictóricas griegas que al presente se conocen y
conservan consisten únicamente en decoraciones de ánforas y de otras elegantes
vasijas salvo algunos mosaicos de pavimento y placas de arcilla pintadas y sin
contar las obras de pintura romana en que intervino mano griega. Consta, no
obstante, que los griegos pintaron cuadros excelentes, por lo menos murales
(cuyas copias pueden ser algunas decoraciones de las grandes ánforas de lujo) y
que emplearon los procedimientos al fresco, al encausto, al temple y quizás al
óleo.
Los asuntos representados en tales pinturas, a juzgar por lo que se
observa en las mencionadas vasijas, fueron escenas de la vida humana y
tradiciones o leyendas mitológicas y heroicas.
- Cerámica y Pintura
Tras un inicial periodo geométrico,
al que siguió un período orientalizante en el que se detecta la influencia asiria y de otras civilizaciones del
Antiguo Oriente (por la importancia y difusión que alcanzaron en esta época los
talleres de Corinto se habla de estilo protocorintio); la cerámica griega fue
evolucionando sus formas, que hacia el final del siglo VI a. C. alcanzaron un
alto grado de refinamiento expresivo, respondiendo a un amplio conjunto de
necesidades refinadas de la vida cotidiana de las clases altas, y a la demanda
de productos de lujo fácilmente exportables a todo el espacio mediterráneo, e
incluso a lejanos lugares en el centro de Europa.
La producción en muchas de las colonias fundadas en esos
siglos fue tan importante como la de las metrópolis. Además, la influencia de
la cerámica griega se dejó notar en la producción local de los pueblos
indígenas, especialmente en la cerámica etrusca (que tiene tipologías
verdaderamente sincréticas, como es el caso de la hidria caeretana o hidria de
Caere) o en la cerámica ibérica.
Se aprovecharon extensamente las posibilidades que las
distintas tipologías de vasos daban en ciertas partes de su superficie (fondos
de las copas, vientres y cuellos de las ánforas, etc.) para ejercer como
soporte para la pintura griega, que se expresó sucesivamente en dos estilos
principales, denominados "cerámica de figuras negras" y
"cerámica de figuras rojas".
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